Nota del editor: La Coalición de Acción por el Clima del valle del río Wood ha emprendido un largo viaje de un mes para abordar el uso del plástico. Uno de sus miembros, Sue Peterson, decidió investigar las implicaciones del plástico para la salud. Esto es lo que descubrió:
POR SUE PETERSON
POR SUE PETERSON
La primera empresa que vendió plástico totalmente sintético, la Bakelite Corp, fundada en 1922, lo anunciaba como "El material de los mil usos".
Tenía razón: Hoy en día, más allá de los platos en los que comemos, los muebles en los que nos sentamos y los juguetes con los que juegan nuestros hijos, hay plástico en la ropa que vestimos, los coches que conducimos, los alimentos que comemos, e incluso en los equipos médicos que salvan vidas en nuestros hospitales.
Y ahora, más que en ninguna otra parte,
el plástico está en nuestros envases, envolviéndolo todo, desde el detergente para la ropa hasta las pastillas recetadas, desde nuestras cajas de Amazon hasta las bebidas que bebemos.
¿Por qué?
¿Por qué es un problema?
Investigaciones fiables muestran ahora que diminutos trozos de ese plástico -desde micro a nano trozos- se encuentran en nuestros alimentos, en el agua potable, en el aire que respiramos y, sí, en nuestros cuerpos.
Se utilizan miles de sustancias químicas para que el plástico haga todo lo que puede hacer y éstas son un problema de salud aún mayor que la base de combustible fósil del plástico.
Estas sustancias químicas añadidas interfieren con las hormonas implicadas en la reproducción y se han encontrado en el esperma, los ovarios, la leche materna y los fetos.
También pueden estar implicadas en el aumento del 40 por ciento de la obesidad desde los años 70 y en el adelanto de la pubertad en las niñas.
A la luz de estos hallazgos, deberíamos preocuparnos considerablemente por la avalancha de plásticos en nuestros alimentos, productos de cuidado personal y ropa.
Aunque es prácticamente imposible eliminar el plástico de la vida moderna, hay medidas que cada uno de nosotros puede tomar para reducir su impacto en la salud:
Hacer: Beber agua del grifo.
Su seguridad se ha comprobado mucho más recientemente que la del agua embotellada.
No: Confíe en el agua embotellada
No: Calentar alimentos en la cocina o en el microondas en vidrio o metal
No: Calentar en el microondas alimentos en plástico
No: Guarde los alimentos en plástico
Hacer: Lavar y consumir alimentos frescos--orgánicos y no en plástico cuando sea posible
No: Confíe en los alimentos procesados o envueltos en plástico
Lavar y consumir alimentos frescos.
No: Pase la aspiradora y limpie el polvo con un trapo húmedo regularmente
No: Confíe en los alimentos procesados o envueltos en plástico.
No: Permita que el polvo se acumule en las superficies del hogar. A los micro/nanoplásticos les encanta el polvo
Haga: Trabaje con otras personas de su comunidad para ayudar a hacer cambios más grandes
No: Asuma que su impacto está limitado por lo que usted hace en su vida diaria. Trabaje para legislar cambios en la producción y envasado de plásticos. Únase a un grupo local que trabaje en estos temas.
Para obtener más información o participar, visite https://www.cacwrv.org. O envíe un correo electrónico a CACWRV@gmail.com.