We, the teachers of the Wood River High School Equity Task Force, are committed to confronting systemic inequalities and racism by taking action to ensure that ALL students have access and success in our school.
We are learners and activists for our students and families of color. As such we will be out on the streets, dropping a knee or raising a fist in support of Black Lives Matter and an end to brutality against people of color in this country.
But protesting alone will not fix the systemic racism that is built into our institutions. It will take the conscious examination and reformation of systems at the local and state level to bring real change.
Public schools are one of many places where bias has been built into our bureaucratic systems and is largely responsible for major inequalities in our nation and our valley. All of this was highlighted in the Covid19 health crisis when we discovered how truly divided our own community is with regard to access and resources to perform digital learning. While it is easy for some students and families to pivot and learn online, for many not having reliable internet, time, or finances made that pivot nearly impossible.
Last fall, 25 Wood River High School educators, supported by building and district administrators, began to examine our own school data regarding homework and grading policies, discipline and suspensions, course failures, AP/honors participation rates, and gifted identification demographics.
From there we identified areas where we could affect change within our school and began advocating for policies, practices, and procedures to produce more equitable outcomes for students who are marginalized because of race, ethnicity, linguistic heritage, gender, sexuality, immigrant status, income, or (dis)ability. These decisions will be data- and research-driven and aim to elevate academic opportunities for all students.
This is just the beginning and we know we cannot change overnight but we also know that our words are hollow if not followed by concrete action. We are not perfect but we are holding up a mirror and having hard discussions about race and our own biases in the classroom, school, and community.
Moving forward, we are focusing on dismantling tracking systems to engage all students in high levels of learning. We are evaluating the usefulness of homework and shifting our grading policies from punitive to proficiency focused, reflecting what students actually know and can do. We are working with LatinX community advocates to improve outreach to LatinX parents and families.
We write this to inform you of the work that has already begun and to ask for your support in this work going forward. For some of you, this support may require you to listen more and say less to center new voices and ideas. For those of you who have felt excluded from our education system (as parents, students, former students, community members), we are sorry our system did not welcome you. We welcome you now and invite your feedback and suggestions to build a school system that supports and educates all of our children.
We must change our systems so that all learn and thrive. Socially and economically, how can we survive as a community or as a nation if we don’t?
Sincerely,
Sarah Allen, Hillary Biggers, Rhett Broderick, Julie Carney, Chris Cey, Pamela Donoso, James Foster, Kathleen Gherman. Summer Gilmore, Julia Grafft, Erika Greenberg, Tristan Head, Alex LaChance, Eleanor Jewett, Heidi Kaminski, Amy McCabe, Amy McGraw, Matt Phillips, John Radford, MIchel Sewell, Kat Thorp, Maritt Wolfrom, Susan Worst, Joel Zellers and Eric Toshalis
Nosotros, los maestros del Equipo de Educadores Luchando por la Igualdad de la escuela secundaria Wood River High School, estamos comprometidos a combatir las desigualdades y el racismo del sistema. Nosotros estamos tomando las medidas necesarias para asegurar que todos los estudiantes tengan acceso y éxito en nuestra escuela. Nosotros somos facilitadores y activistas de nuestros estudiantes y familias de color. Y es así como nosotros saldremos a las calles, nos arrodillaremos y levantaremos el puño en apoyo por Las Vidas Afroamericanas Porque Sí Importan; y así terminar con la brutalidad que existe en contra de las personas de color en este país.
Pero protestando solos no solucionará el racismo sistemático que se encuentra en nuestras instituciones. Lo único que logrará un gran cambio definitivo será una examinación consiente y una reforma al sistema tanto a nivel local como estatal. Las escuelas públicas es uno de los lugares en donde la discriminación ha sido construida por nuestro sistema burocrático y es la responsable de la mayor inigualdad en nuestra nación y en nuestro valle. Todo esto se pudo evidenciar con la crisis sanitaria del Coronavirus-19. Descubrimos que realmente nuestra comunidad está dividida con respecto al acceso y los recursos para llevar a cabo el aprendizaje a distancia. Mientras que para algunos estudiantes y familias es fácil proveer y aprender en línea; para muchos otros fue casi imposible proveer una línea de internet confiable y rápida. Las familias y los estudiantes no tenían suficiente tiempo para enfocarse en los estudios; y además, las finanzas fueron otro inconveniente.
Durante el otoño pasado, veinte cinco educadores de la escuela Wood River High School, apoyados por la administración de la escuela y el distrito escolar, comenzaron a examinar las estadísticas de la escuela con respecto a las normas de tareas y calificaciones, disciplina y suspensiones, clases reprobadas, participación en las clases avanzadas como AP/Honor y la identificación demográfica en el programa GIFTED para estudiantes sobresalientes. Nosotros identificamos diferentes áreas que se podrían cambiar y mejorar dentro de la escuela, para promover normas, prácticas y procedimientos con resultados más igualitarios para los estudiantes. Ya que algunos son marginalizados debido a su raza, etnicidad, herencia lingüística, género, sexualidad, estado migratorio, ingresos o discapacidad. Las decisiones que tomaremos serán impulsadas por estas estadísticas e investigaciones que estamos haciendo para promover oportunidades académicas para todos los estudiantes. Esto es sólo el comienzo de nuestro aporte, y sabemos que no podemos cambiar esta situación de la noche a la mañana, pero también, sabemos que nuestras palabras serán en vano, sino se continúan con acciones concretas. No somos perfectos, pero nos estamos auto evaluando y teniendo bastantes conversaciones acerca del racismo y nuestros propios prejuicios en las clases, la escuela y la comunidad.
Seguiremos enfocándonos en eliminar las segregaciones que ocurren en las clases, de acuerdo a las habilidades de cada estudiante, para que así todos los estudiantes tengan la oportunidad de aprender a un nivel de aprendizaje más alto. También, vamos a evaluar la funcionalidad de las tareas diarias y haremos cambios en las normas de evaluación que pueden ser punitivas para así incrementar el aprendizaje de los estudiantes; también, reflexionaremos en lo que realmente saben y pueden hacer los estudiantes. Estamos trabajando con promotores de la comunidad LatinX para mejorar el acercamiento a las familias y padres LantinX.
Escribimos esta carta para informarle a usted del trabajo que ya ha comenzado y
pedirle su apoyo para continuar. Para alguno de ustedes este apoyo significará que deberá escuchar y expresar su voz e ideas. Para aquellos que se han sentido excluidos de nuestro sistema educativo, ya sea como padres, estudiantes, ex – estudiantes y miembros de la comunidad. Les pedimos disculpas si en nuestro sistema no se sintieron bienvenidos. Ahora, le damos la bienvenida y le invitamos a que nos entregue sus comentarios y sugerencias para construir un sistema educacional que apoye y eduque a todos nuestros niños. Debemos cambiar nuestros sistemas para que todos los niños aprendan y progresen. ¿Cómo podemos sobrevivir económicamente y socialmente como comunidad o como nación, si no lo hacemos?